El Arte responde a la necesidad profunda de alcanzar la belleza por medio de
la forma y el color y ha dominado al hombre en todos los períodos de su
existencia, desde la prehistoria hasta nuestros días.
Tanto el hombre prehistórico de Altamira, como el griego de la antigüedad y el
que hoy vive en modernos edificios, han coincidido en adornar sus lugares de
estancia con obras de arte.
En nuestro país a menudo los cuadros son relegados a un último lugar en la
decoración, pero estos cumplen una importante función tanto artística, como
estética: realzan, complementan y armonizan la decoración y vuelven sus
ambientes más cálidos y confortables, creando además una atmósfera cultural
mucho más rica.
Un cuadro crea un diálogo entre la pintura y quién la observa, transmite
sensaciones, y estimula los sentidos.